Música Clásica Argentina: Actualidad 2007

E-mail enviado por Consuelo Álvarez (12-01-2002).

La Junta Interna de Delegados se pronuncia ante la grave indefinición sobre el futuro de la Secretaría de Cultura de la Nación.
Rogamos la difusión de este documento porque - en medio de la grave situación nacional - el futuro de los trabajadores y del servicio público de cultura es demasiado incierto.

Consuelo Álvarez
Delegado General Adjunto
Junta Interna de Cultura - ATE
consueloalvarez@speedy.com.ar
consueloalvarez@yahoo.com

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Junta Interna de Delegados
Secretaría de Cultura y Medios de Comunicación de la Nación
Asociación Trabajadores del Estado

CARTA ABIERTA DE LOS TRABAJADORES DE CULTURA DE LA NACIÓN

Buenos Aires, 12 de enero de 2001

A QUIEN CORRESPONDA:

En nombre de la Asociación Trabajadores del Estado nos dirigimos a ustedes a raíz de las declaraciones de quien estaba a cargo de la Secretaría de Cultura, publicadas en los diarios La Nación (06/01) y Ámbito Financiero (08/01). Por ellas nos enteramos que la gestión de la Lic. González Fernández estaba realizando un diagnóstico del área, cuya principal conclusión es que "hay demasiada gente" trabajando en la Secretaría. Por supuesto que esas afirmaciones nos sorprendieron, porque no sólo el informe no había sido consultado con los trabajadores, sino que -además- revelan una liviandad que no se condice con los difíciles momentos que vivimos.
En poco más de dos semanas es imposible conocer como funciona un organismo de la complejidad de nuestra Secretaría. Suponer que "hay mucha gente" sin considerar todos los objetivos que deben cumplirse y los presupuestos que se
disponen, que siempre fueron recortándose en la única lógica que dominó el manejo del Estado por más de una década, es sorprendente. Esperábamos que, después de los graves sucesos de diciembre pasado, los responsables transitorios de la Administración Central hubieran reflexionado sobre la profundidad del reclamo social que emergió en la rebelión popular. Nada de esto se deja trascender de las declaraciones a las que hacemos referencia.
Es más, parece que sigue predominando la lógica de "caja" que no establece prioridades estratégicas, recursos humanos y materiales para conseguirlas, que no consulta a los interesados y afectados directos en optimizar un servicio público tan imprescindible (más aún en épocas de grave crisis de valores) como es el de Cultura. No, simplemente se continúa en el mismo camino que sumió a la población en la pobreza y la desesperanza, y en el descrédito a la clase dirigente.
A todo lo anterior se le suma un agravante: la última gestión se caracterizó -como pocas- en menospreciar el trabajo de los empleados de la Secretaría y los objetivos permanentes de su función. Sólo tuvo como norte la realización de los llamados "mega-eventos" costosos y de dudoso rédito en términos de lazo social y de -casi seguro- beneficio poco claro para unos
pocos artistas y funcionarios. Deberían centrarse en la investigación de esos manejos y dejar de echarle culpas a quiénes sufrimos porque no podíamos desarrollar lo que sabemos y ponerlo al servicio del país. Es seguro que se puede optimizar en mucho el funcionamiento de los organismos. Podemos ayudar a hacerlo pero debemos ser escuchados.
Se supone que una nueva gestión iba a dar cuenta de la emergencia. El discurso de los dos últimos presidentes apuntó a que no íbamos a ser los trabajadores quienes pagáramos los costos de una crisis que solamente padecemos y que de ninguna manera generamos. Lo único por lo que fuimos consultados es sobre los temas más urgentes. En este momento de
indefiniciones, la preocupación más importante de los trabajadores es la renovación de los contratos y de las plantas transitorias y artísticas. Y esa fue nuestra respuesta. Es evidente que menosprecian nuestros conocimientos y la experiencia que podamos aportar. Queremos decirle que los empleados de la Secretaría de Cultura tienen muchas propuestas para hacer.
Además, nos preocupa la indefinición en el nombramiento del próximo Secretario/a de Cultura y la prolongada acefalía de muchos de los organismos porque implica su virtual paralización. Esta situación parece indicar que las actuales autoridades nacionales no consideran a la Cultura como un área estratégica en el desarrollo del país. Esperamos poder modificar esta
visión que le estamos adelantando. Es menester que escuchen, a la brevedad, que es lo que tenemos que decir. Les solicitamos con carácter de urgente una reunión para que podamos exponer nuestros puntos de vista. Si no, los trabajadores sabemos hacer conocer nuestras demandas de otra manera.
Resumiendo, lo que los trabajadores les exigimos es:

NINGÚN DESPIDO DE TRABADORES, cualquiera sea la modalidad de su relación laboral. Exigimos la nómina de los asesores, y cargos políticos de la actual gestión y de la anterior.

BASTA DE ASESORES Y DIRECTIVOS - AMIGOS DE FUNCIONARIOS - CUMPLIENDO TAREAS QUE NO CONOCEN Y POR LAS CUALES COBRAN SUMAS MUCHO MAYORES QUE LOS TRABAJADORES.

ESTABILIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES DE PLANTA TRANSITORIA Y CONTRATADOS QUE HACE AÑOS CUBREN CARGOS "CONGELADOS" DE LA PLANTA PERMANENTE.

ESTABILIZACIÓN Y RECONOCIMIENTO DE LAS PLANTAS ARTÍSTICAS, PROFESIONALES, TÉCNICAS Y ADMINISTRATIVAS, cada una según la modalidad que les es propia.

NINGÚN "ENROQUE" ARBITRARIO DE TRABAJADORES ENTRE EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y LA SECRETARÍA DE CULTURA, que no se despidan contratados y se obligue a los de planta permanente o transitoria a ocupar funciones que no conocen, sólo para que los "números cierren".

PARTICIPACIÓN ACTIVA DE LOS TRABAJADORES EN LA ELABORACIÓN DE LA POLÍTICA CULTURAL. Ante la emergencia debemos ser convocados a mantener el servicio público de cultura porque sabemos hacerlo y somos concientes de lo importante de nuestra función.

NO AL GENOCIDIO DE LA CULTURA

Actualidad 2002