CapítuloVI

 Perspectivas de la Especialidad en Iberoamérica

Para salvar el abismo que separa a los países desarrollados de los que aún se encuentran en vías de desarrollo, como el nuestro, se necesitarán posiblemente soluciones originales. No se prevé que el desarrollo se detenga.
Si bien es cierto que toda comunidad debe recorrer paso a paso su proceso evolutivo, sería necio pensar que, con el bombardeo constante de los medios de comunicación masiva, pueda producirse una duplicación químicamente pura de los procesos, que a otras comunidades les ha insumido décadas superarlos.
La realidad del aquí y ahora, con sus rasgos constitutivos ineludibles, es el cargo de cultivo, el alimento genético de un proceso apresurado de crecimiento y actualización al que nuestros pueblos se enfrentan con valentía, a pesar de la crisis económicas y de los problemas de superpoblación.
Es inoperante copiar ciegamente, y de lamentar que algo de esto ya se ha hecho en el campo de la didáctica especial. También lo sería negarse a conocer y aprehender el enorme caudal de evidencias y nuevos interrogantes que el historial de la investigación aplicada pone a nuestro alcance.
Los países en vías de desarrollo sufren de hambre fisiológica y cultural. Ambas deben preocuparnos. Ambas deben merecer nuestro respeto y nuestra atención.
La apetencia por haber conocido, gustado, genera la energía para el avance, para el progreso, para el desprendimiento, para el despegue.
La investigación aplicada a la formación musical puede ser particularmente fructífera en naciones y comunidades que poseen una tradición que tienen necesidad de consolidar una identidad nacional para sumarse, con su propia voz y registro, al coro multiforme y polifacético de nuestro planeta en este final del siglo XX.
Los resultados logrados con la investigación aplicada pueden ayudar a:  

1.  formar docentes de música convencidos y enérgicos, verdaderos motores de cambio, conductores de experiencias de crecimiento individual y colectivo, porque a través de su tránsito eventual o sistemático por la labor investigativa, habrán desarrollado actitudes de seguridad fundamentada, enlazadas con la conciencia de una necesidad de permanente actualización;
2. promover y ejercitar conductas libres, ya que se habrá respetado la duda como mecanismo de crecimiento y se desconfiará del dogma y del autoritarismo de cenáculos cerrados;
3.  impulsar el crecimiento de la vida musical en todos los niveles formativos, porque se buscarán consciente y fundamentalmente los mejores materiales y los recursos técnicos más confiables;
4. impulsar la convicción por la albor que se realiza, porque se habrá reflexionado sistemáticamente sobre el tema;
5. favorecer el desarrollo del espíritu creativo, porque se conocerán las distintas medidas asequibles según la realidad de cada docente en cada unidad escolar;
6. impulsar el enriquecimiento y el mejoramiento material por medio de un crecimiento espiritual y sensible, porque la investigación permitirá encontrar los mejores recursos del entorno auténtico del sujeto de la educación;
7. desarrollar, en lo específico, la capacidad de elaborar hipótesis , formular teorías, experimentar, elegir, desechar, recomenzar, consolidar, compartir, que es, en suma, ejercitar conductas adultas en función individual y colectiva.

Estoy convencida de que el tiempo de las búsquedas de mejoramiento de la enseñanza musical mediante el mero cambio de un cancionero o el simple empleo de un recurso ya ha dado muchos frutos.
Pero también creo que la próxima etapa debería pasar por un cambio en la actitud de trabajo que, ejercitando la disciplina de la investigación sistemática, deje como saldo, en cada docente, un adulto consciente y maduro, profesional en toda la extensión del término. Apto para seguir creciendo y con el deseo de hacerlo.
Pienso que las comunidades de habla portuguesa y española tienen necesidad de muchos docentes de música con sus pies plantados firmemente en la tierra y el hoy, y con la mente cargada de ideales con vistas al mañana.