Comienzan las clases
por Ana Lucía Frega
La Nación, Educación musical
Un nuevo período lectivo comienza. Ante él, alumnos, padres y educadores se afanan en preparativos, añoran el descanso que concluye, formulan propósitos.
Se trata de abordar algo nuevo, algo que se inicia, aunque sea la constitución de un proceso.
Hay, por ello, ilusiones y expectativas. En unos como en otros.
Toca decir unas palabras a todos, con la esperanza de acercar una ayuda ante la situación.
A los alumnos -según edades y momentos del proceso educativo que les toque estar viviendo- es bueno recordarles que en la música pueden encontrar gratos momentos de solaz espiritual, de compañerismo en el hacer en grupo, de placer en la admiración de la obra de arte.
Vale la pena, también, asegurarle que no es forzoso que toda la música, le guste. Que habrá una que "sentirá" más cercana. Que la hay para distintos momentos y circunstancias. Que es bueno que se vaya abriendo al mundo y al conocimiento en su actual momento vital.
Así mismo, invitarlo a recordar que no todo es presente. Que hay un pasado válido de conocer y un futuro digno de ser construido. Que todo esto significa estudio, cuyas conductas constitutivas son atención, interés, perseverancia, dedicación y orden.
A los padres, es oportuno recordarles, una vez más, su irremplazable función, la necesidad de su apoyo constante a la labor escolar, el control sensato y prudente que deben mantener.
La comprensión de que la educación que sus hijo deben recibir debe sobrepasar lo utilitario y materialista, para adentrarse en el campo de lo cultural los llevará a exigir de las instituciones escolares ese "mejor servicio" que, por integral, garantizará el desenvolvimiento pleno de los educandos.
Los docentes tienen la difícil misión de ser el sano renuevo -no cambiando por cambiar sino buscando la consolidación de la formación estético-musical de sus alumnos, con especial atención y dedicación al proceso de crecimiento de cada uno.
Corresponderá programar en la calidad de las conductas musicales ejercidas por los alumnos, sin confundirse persiguiendo productos alejados de la realidad posible.
La música, en el contexto educativo, debe ser un área de florecimiento y mejoramiento individual. En marcas reales. En ambiente de vivencia afectiva y de participación.
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